La costa de Xàbia fue testigo esta semana de un momento cargado de simbolismo y compromiso ambiental: la suelta de la tortuga Amadeu, nueve caballitos de mar y más de 300 erizos. Tres especies diferentes, una misma historia: la del esfuerzo humano por reparar el daño causado al ecosistema marino.
La Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, a través de la Dirección General de Pesca y en colaboración con la Fundación Oceanogràfic, ha lanzado un proyecto experimental centrado en criar, reproducir y reintroducir erizos de mar en el litoral de la Comunitat Valenciana. El objetivo es reforzar las poblaciones de esta especie, esencial para el equilibrio de los ecosistemas marinos costeros.
El conseller de Pesca Miguel Barrachina, junto a la alcaladesa de Xpabia, Rosa Cardona, ha señalado que esta iniciativa refleja el compromiso de la Conselleria y de la Fundación Oceanogràfic con la protección del entorno marino. Además, ha resaltado que proyectos como este permiten avanzar en la recuperación del erizo de mar en nuestras aguas, apostando por la sostenibilidad y la colaboración entre pescadores, científicos y administraciones.
Una tortuga con nombre y con historia
Amadeu no es una tortuga cualquiera. Fue rescatada con problemas de salud, probablemente causados por su interacción con redes o residuos marinos. Tras semanas de cuidados, pudo volver a su hábitat natural. Lleva su nombre en honor a un pescador local que ha trabajado activamente en la protección del mar, simbolizando así la unión entre tradición pesquera y conservación.
Caballitos de mar: pequeños, frágiles y valiosos
Los caballitos de mar liberados forman parte de una especie en declive que apenas se ve ya en nuestras costas. Fueron recogidos por error en redes de pesca y devueltos al mar tras un proceso de recuperación. Su regreso no es solo un gesto simbólico, sino también una señal de que, con cuidado, aún es posible recuperar lo que se ha perdido.
Erizos criados para restaurar el equilibrio
Los más numerosos fueron los erizos de mar, más de 300, criados en centros especializados a partir de ejemplares locales. Esta suelta busca reforzar poblaciones naturales que se han visto afectadas por la sobrepesca o el cambio climático. Los erizos tienen un papel clave en mantener el equilibrio del fondo marino, y su presencia es una buena noticia para el ecosistema.
Un proyecto colectivo que mira al futuro
Detrás de esta acción hay un esfuerzo conjunto entre instituciones públicas, centros científicos, asociaciones pesqueras y voluntarios. No se trata solo de liberar animales, sino de sembrar una nueva forma de entender la relación con el mar: desde el respeto, el cuidado y la corresponsabilidad.