El Hospital de Dénia ha acogido la visita este viernes de unos treinta sanitarios ucranianos, destinados en el frente de guerra, en una jornada organizada para intercambiar experiencias con los profesionales del centro hospitalario sobre la labor que están desarrollando.
La visita forma parte de un programa de respiro de 10 días, organizado por el ONG española Cultura contra Balas y la organización no gubernamental ucraniana Repower, con la cual colabora el Hospital de Dénia a través de diferentes actividades.
En el centro dianense los profesionales sanitarios ucranianos han ofrecido una charla sobre medicina de guerra a sus homólogos locales, en la cual han abordado cuestiones como el impacto del conflicto en el sistema sanitario ucraniano, tanto en términos de infraestructura como de recursos humanos y materiales.
Además, han hablado de las dificultades y los desafíos a los cuales se enfrentan diariamente en su tarea en el frente de guerra, incluyendo la escasez de recursos, la falta de seguridad y el impacto psicológico. De hecho, en la expedición con la cual viajan los acompaña un grupo de psicólogos especializados en situaciones de conflicto.
La inauguración de la jornada ha corrido a cargo del gerente del departamento de salud de Dénia, José Félix Quintero, que ha sido acompañado por las presidentas de las organizaciones no gubernamentales Cultura Contra Balas y Repower, Natalia Moskalenko y Maryna Sadykova, respectivamente.
Por otro lado, después de la charla, los profesionales ucranianos han visitado los diferentes servicios del hospital para conocer de primera mano diferentes técnicas y procedimientos empleados en el centro dianense.
A lo largo de los diez días del programa de respiro algunos profesionales del Hospital de Dénia organizarán actividades complementarias, como clases de paddle surf, yoga o meditación, estas últimas impartidas por el especialista en reumatología, Liliya Yankova, entre otras.
La guerra está teniendo un impacto devastador en el sistema sanitario de Ucrania, con más del 40% de las infraestructuras sanitarias destruidas o dañadas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, el acceso a la atención médica se ha visto gravemente afectado, especialmente en las zonas más devastadas por el conflicto. La escasez de medicamentos y suministros es otro problema abrumador.
En este sentido, el programa de respiro de Repower, para apoyar al personal sanitario, ha demostrado tener un impacto positivo en la salud mental y el bienestar de los sanitarios ucranianos que han participado en él. El proyecto, que hasta ahora solo se había desarrollado en Suecia, tiene como objetivo ofrecer a los profesionales sanitarios uno en torno a descanso y desconexión del trauma y la presión constante en que desarrollan su labor asistencial.