El Museu de la Mar de Dénia desata un enfrentamiento político entre el gobierno local y Ports

16/01/2025


La reciente decisión de Ports de la Generalitat Valenciana de otorgar solo una concesión de cinco años, prorrogable a diez, para el Museu de la Mar de Dénia, solicitado por el Ayuntamiento por un plazo de 30 años, ha desatado una intensa disputa política en la ciudad. La moción, que había sido aprobada por unanimidad en enero de 2023, se topa ahora con una respuesta que el equipo de gobierno local, liderado por el alcalde Vicent Grimalt (PSPV) y el vicealcalde Rafa Carrió (Compromís), considera “decepcionante e inquietante”.

 

El gobierno local denuncia el “desinterés” de Ports

 

El Ayuntamiento, en su nota oficial, ha criticado duramente la decisión, calificando de “escandalosa” la justificación ofrecida por Ports, que argumenta que la concesión de 30 años “compromete futuros desarrollos” del puerto. Desde el consistorio, insisten en que esta decisión refleja el trato del puerto hacia la ciudad, al considerarlo una “propiedad privada” destinada únicamente al beneficio económico y no al interés general.

 

Además, Grimalt y Carrió han destacado que el Museu de la Mar, ubicado en el edificio rehabilitado de la antigua lonja, es un referente cultural y patrimonial clave para la ciudad, y señalan que la falta de apoyo de Ports pone en peligro no solo esta infraestructura, sino otros proyectos estratégicos, como el suspendido Centro Educativo Gent de la Mar, que debía ser un motor formativo para la economía marítima local.

 

También denuncian que el Ayuntamiento paga más de 13.000 euros anuales por el uso del espacio del museo y asume otros gastos como la iluminación y la jardinería del puerto, que suman 110.000 euros al año, mientras que las demandas de reinversión de un 40% de los ingresos generados por el puerto y las mejoras solicitadas siguen sin respuesta.

 

Pepa Font responde: “Una estrategia basada en bulos”

 

La portavoz del PP y líder de la oposición, Pepa Font, quien además ocupa el cargo de comisionada del puerto de Dénia, ha respondido de forma contundente a las acusaciones del equipo de gobierno, calificando sus declaraciones como “una sucesión de bulos al estilo Pedro Sánchez”. Font defiende que la concesión de 10 años responde a criterios legales que evitan una fuerte inversión inmediata por parte del consistorio y niega cualquier insinuación sobre un posible derribo del museo.

 

En cuanto al Centro Educativo Gent de la Mar, Font asegura que su paralización fue responsabilidad del gobierno local del PSPV, que no cumplió con los requerimientos legales necesarios durante el anterior mandato del Botànic. Además, ha señalado que la exigencia de reinvertir el 40% de los ingresos del puerto fue eliminada en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2023, aprobada bajo el mismo gobierno autonómico liderado por el PSPV.

 

Font ha criticado duramente al alcalde Grimalt y al vicealcalde Carrió por centrarse en “crear polémicas artificiales” en lugar de abordar los problemas reales de la ciudad, como las obras de la Glorieta, los retrasos en la torre del Galliner o el solar del ambulatorio. “Mientras ellos generan ruido, nosotros seguiremos trabajando por los intereses de Dénia con transparencia y rigor”, afirmó.

 

Un conflicto que refleja tensiones históricas

 

La gestión del puerto de Dénia, una infraestructura clave para la ciudad, sigue siendo motivo de tensiones entre las administraciones y de enfrentamientos entre los partidos políticos locales. Mientras el equipo de gobierno insiste en la necesidad de que el puerto se gestione con mayor sensibilidad hacia los intereses de la ciudadanía, la oposición acusa al consistorio de utilizar estas disputas para desviar la atención de su propia gestión.

 

El choque entre Vicent Grimalt y Pepa Font, ahora con roles enfrentados como alcalde y comisionada del puerto, añade un componente personal a una controversia que parece lejos de resolverse. El puerto de Dénia sigue siendo un eje central de desarrollo económico y cultural, pero también un escenario de batalla política que deja en el aire cuestiones clave para el futuro de la ciudad.