El Ayuntamiento de Dénia ha comenzado la instalación de tres nuevas cabinas para radares de control de velocidad en puntos estratégicos del casco urbano, tras la adjudicación de un contrato licitado en junio pasado. Las cabinas se han ubicado en avenidas principales como la Avenida de Alicante, Joan Fuster y Miguel Hernández, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir los excesos de velocidad en estas zonas de alta circulación.
El contrato, valorado en 24.780 euros sin impuestos, incluye la adquisición, instalación y homologación de las cabinas, que albergarán cinemómetros láser portátiles TruCAM II. Estos dispositivos serán utilizados por la Policía Local de manera puntual en campañas de control de velocidad. Aunque los radares no estarán activos de forma continua, la visibilidad de las cabinas tiene un efecto disuasorio sobre los conductores, promoviendo una mayor prudencia al volante.
Debate sobre la eficacia de la medida
La decisión de instalar estas cabinas ha generado diversas opiniones entre los vecinos. Mientras algunos consideran que contribuirán a mejorar la seguridad en puntos críticos del tráfico, otros cuestionan si esta es la mejor forma de abordar el problema de la velocidad en el municipio.
El Ayuntamiento ha defendido la medida como parte de una estrategia para reducir la siniestralidad, especialmente en avenidas largas y de alto tráfico. No obstante, algunos ciudadanos han señalado que sería útil complementar esta acción con programas educativos y de concienciación vial, que podrían fomentar un cambio más profundo en los hábitos de conducción a largo plazo.
La instalación de cabinas para radares ha sido implementada en muchas ciudades con resultados variados. Aunque se ha comprobado que reduce la velocidad en zonas concretas, existe un debate sobre si este tipo de medidas por sí solas son suficientes para mejorar la seguridad vial o si deberían combinarse con otras estrategias educativas y preventivas.
Por ahora, Dénia contará con estas nuevas cabinas, y el Ayuntamiento confía en que su instalación contribuirá a mejorar la seguridad en el tráfico urbano. Las avenidas afectadas verán incrementada la vigilancia, con el objetivo de reducir el número de incidentes y promover un entorno más seguro para todos los usuarios de la vía.