Valencia – La familia de Ángela Agudo, una joven valenciana de 24 años que se encuentra en coma inducido en un hospital de Tailandia tras un grave accidente de moto, enfrenta no solo la angustia de su estado crítico, sino también la sorpresa de tener que pagar impuestos por las donaciones solidarias que recibieron para cubrir los elevados costes médicos y su repatriación a España.
La campaña de recaudación en GoFundMe, lanzada tras conocerse la situación de Ángela, acumuló 301.711 euros en apenas dos días gracias a más de 27.000 pequeños y medianos donativos. Este dinero será utilizado para costear su estancia hospitalaria, cuyo coste diario asciende a 5.000 euros, y el avión medicalizado necesario para traerla de vuelta a España, cuyo valor se estima en 250.000 euros, cantidades que superan con creces el límite de cobertura de su seguro de viaje, que asciende a 75.000 euros.
Sin embargo, a pesar de la ola de solidaridad que ha salvado a la familia de una deuda inasumible, ahora deberán hacer frente a un inesperado obstáculo: el impuesto sobre las donaciones. Según las leyes españolas, las donaciones recibidas a través de plataformas de crowdfunding están sujetas a tributación, lo que significa que la familia de Ángela deberá destinar una parte importante de los fondos recaudados a Hacienda, lo que podría suponer que la familia deberá de abonar un importe que oscila los 50.000€.
Este hecho ha desatado una ola de indignación en redes sociales y en la opinión pública. Muchos consideran incomprensible que, en una situación de emergencia médica y de ayuda humanitaria, la familia tenga que tributar por unas donaciones que han sido cruciales para salvar la vida de su hija. Las críticas apuntan a la falta de flexibilidad del sistema fiscal, que no contempla excepciones en casos tan dramáticos como este.
“Es injusto que, en un momento tan delicado, tengamos que preocuparnos también por pagar impuestos. Todo este dinero es para que Ángela pueda volver a casa y seguir con su tratamiento. No es una donación para enriquecernos, sino para salvarla”, ha expresado un familiar cercano de la joven.
Las redes sociales no han tardado en reaccionar, generando un intenso debate sobre la falta de sensibilidad del sistema fiscal ante este tipo de situaciones de extrema necesidad. Muchas voces reclaman una revisión urgente de la normativa que impone impuestos a las donaciones solidarias en casos de emergencia, para evitar que familias como la de Ángela se vean penalizadas por recibir ayuda cuando más la necesitan.
A pesar de este revés, la familia se ha comprometido a hacer públicas todas las facturas de los gastos médicos y de repatriación, y ha anunciado que cualquier cantidad sobrante será donada a una causa benéfica. No obstante, antes deberán consultar con sus abogados para asegurarse de cumplir con todas las obligaciones fiscales que implica haber recibido estos fondos.
La situación plantea una reflexión importante: ¿es justo que en casos de vida o muerte, como el de Ángela Agudo, las familias deban destinar una parte significativa de la solidaridad que reciben a pagar impuestos? La respuesta que muchas personas están dando es un rotundo no. Mientras tanto, la familia de Ángela sigue luchando por traerla de vuelta a España, ahora con la preocupación añadida de cómo afrontar esta inesperada carga tributaria.