La angustia tras el atraco: la joyera de Xàbia vive una pesadilla constante

04/12/2025





El brutal asalto sufrido la pasada semana en la joyería Antolinos, en Xàbia, ha dejado a su propietaria, Manoli Antolinos, de 77 años, sumida en un profundo estado de shock emocional. Más allá del enorme botín robado, lo que ha marcado a esta veterana comerciante es el impacto psicológico de una agresión que, asegura, no consigue apartar de su mente.

“Estoy rota, por dentro y por fuera. No duermo, no descanso. Cada vez que cierro los ojos vuelvo a verlos encima de mí”, confiesa Manoli, con la voz quebrada. Los tres ladrones, disfrazados para ocultar su identidad, la tiraron al suelo, la inmovilizaron y la presionaron contra el pavimento mientras vaciaban la caja fuerte. “Sentí que me faltaba el aire. Esa sensación de que no puedes moverte, de que no tienes escapatoria… eso es lo que más me ha quedado grabado”, explica.

Desde aquel día, la joyera vive con ansiedad constante. El miedo se ha instalado en su rutina diaria: cualquier ruido brusco la sobresalta, le cuesta entrar sola al local y confiesa que pasa largas horas sin poder concentrarse en nada. “Es como si el cuerpo estuviera en alerta todo el tiempo”, relata.

Manoli reconoce que, tras más de 40 años al frente de su negocio y haber sufrido decenas de hurtos y robos, jamás había experimentado algo así. Este asalto no solo ha supuesto una gran pérdida económica —el botín ronda el medio millón de euros—, sino también un golpe emocional que la ha dejado exhausta. 

Pese a todo, destaca el apoyo de los vecinos del barrio del Puerto, que en estos días no dejan de visitarla y enviarle mensajes de ánimo. “Me siento muy querida, y eso me está ayudando a aguantar”, reconoce. Sin embargo, admite que aún está lejos de recuperar la calma: “Necesito tiempo. Esto no se olvida de un día para otro. Es una herida que sigue abierta”.

La Guardia Civil continúa investigando el suceso, pero para Manoli la prioridad ahora es otra: “Solo quiero volver a sentirme segura. Recuperar un poco de paz”.