En la mañana de este martes, una escena inusual ha sorprendido a vecinos y turistas que disfrutaban de las primeras horas del día en la playa de la Fossa en Calp. Hacia las 9 horas, una patera con 13 migrantes a bordo se acercaba lentamente a la orilla, bajo la atenta mirada de bañistas que ya ocupaban la arena y se preparaban para su jornada de baño.
El momento fue captado por testigos: la embarcación, visiblemente modesta y en condiciones precarias, avanzaba entre las aguas tranquilas hasta situarse a pocos metros de la playa. Entonces, sus ocupantes comenzaron a descender y caminar hacia la arena, mezclándose con la gente.
La llegada no pasó inadvertida para las autoridades. Un helicóptero y una patrullera de la Guardia Civil escoltaron la patera en su aproximación a la costa. En la playa, varias patrullas del mismo cuerpo aguardaban para interceptar y atender a los recién llegados. A la operación también se sumaron agentes de la Policía Local de Calp, que colaboraron en las labores de control y coordinación.
De forma paralela, se activó el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias de la Cruz Roja, especializado en asistencia humanitaria a personas migrantes. Sus miembros se desplazaron hasta la Fossa para proporcionar atención médica inicial y evaluar el estado de salud de los ocupantes. Según informaron, todos fueron posteriormente trasladados a dependencias de la Guardia Civil, donde continuarán con el protocolo habitual de identificación y asistencia.
Este nuevo desembarco se produce en un contexto en el que la costa alicantina ha registrado en los últimos meses varios episodios similares, evidenciando el riesgo y la determinación de quienes emprenden peligrosas travesías marítimas en busca de un futuro más seguro.