El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, cumple hoy dos años al frente del gobierno autonómico tras su investidura en julio de 2023. Un periodo marcado por una intensa actividad legislativa, una reforma fiscal profunda, la reversión de modelos sanitarios privatizados y una apuesta por el municipalismo como eje vertebrador de la acción de gobierno.
El Consell que encabeza el líder del PPCV ha logrado mantener la estabilidad institucional incluso tras la salida de Vox del Ejecutivo hace justo un año, en julio de 2024. A pesar de esa ruptura, el Partido Popular consiguió aprobar los presupuestos autonómicos para 2025 en solitario, garantizando la continuidad de los grandes ejes de su acción política y consolidando la mayoría parlamentaria con el apoyo puntual de otras formaciones.
Reformas fiscales, educación gratuita y reversión sanitaria
Uno de los primeros compromisos cumplidos fue la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones entre familiares directos, una medida con alto impacto económico y simbólico. Además, el Consell ha introducido bonificaciones fiscales para autónomos, jóvenes emprendedores y familias numerosas, alineando la política fiscal valenciana con modelos más competitivos.
En materia sanitaria, se ha desbloqueado la reversión del Hospital de Dénia, después de años de bloqueo por parte de anteriores gobiernos. El proceso se ha ejecutado respetando los plazos y con una transición pactada con los profesionales sanitarios. Asimismo, el Consell ha impulsado un plan de choque contra las listas de espera quirúrgicas, cuyos primeros resultados muestran mejoras relevantes en varios departamentos de salud.
En educación, la Generalitat ha implementado una de las medidas más socialmente significativas de la legislatura: la gratuitad universal de la educación de 0 a 3 años. Esta decisión ha sido valorada de forma transversal por familias y expertos, al suponer un avance en conciliación, equidad y ahorro económico para los hogares.
Además, se ha desarrollado un nuevo modelo de Formación Profesional más vinculado al entorno laboral, se ha instaurado el distrito único escolar y se han ampliado las plazas concertadas, dentro del marco de la llamada “libertad educativa”.
Agua, urbanismo y defensa del litoral
El agua ha sido uno de los ejes políticos más visibles del Consell de Mazón. El presidente ha mantenido una postura firme frente a los recortes del trasvase Tajo-Segura, reclamando su restitución y anunciando un plan de modernización de regadíos en colaboración con las comunidades de regantes.
En el área de urbanismo y territorio, la Generalitat ha aprobado nuevos planes de acción territorial (PATRICOV), ha flexibilizado el marco normativo urbanístico y ha simplificado los procesos de licencias con el objetivo de facilitar la inversión y desbloquear suelo productivo.
De forma paralela, el Consell ha liderado una firme defensa frente a los efectos de la Ley de Costas, respaldando a los ayuntamientos afectados y ofreciendo apoyo jurídico a los propietarios amenazados por los deslindes. Mazón ha acusado al Gobierno central de aplicar con “rigidez e inseguridad” una norma que genera “desprotección e incertidumbre jurídica” en centenares de municipios costeros.
Presión al Gobierno central y advertencias por la financiación
Uno de los principales focos de conflicto entre la Generalitat Valenciana y el Ejecutivo central ha sido el impago del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que debía haberse transferido en el primer semestre del año. La Generalitat ha denunciado públicamente la falta de liquidez derivada de este retraso, que ha obligado a reprogramar pagos a proveedores y tensado la tesorería autonómica. Mazón ha exigido al Ministerio de Hacienda un desbloqueo inmediato de los fondos comprometidos y ha alertado de que la Comunitat Valenciana “no puede seguir siendo la última en financiación”.
Asimismo, el Consell ha redoblado la presión para una reforma urgente del sistema de financiación autonómica, calificando la situación actual de “insostenible” y recordando que la valenciana es la comunidad peor financiada de toda España según los informes oficiales del propio Ministerio.
Estilo propio y apoyos internos
A pesar de la salida de Vox del gobierno y de algunas tensiones derivadas de esa ruptura, Mazón ha consolidado su perfil como presidente con un tono moderado, un discurso centrado en la gestión y una fuerte presencia territorial. El PP autonómico mantiene una cohesión interna alta y cuenta con el respaldo del partido a nivel nacional, como se evidenció en la reciente visita de Alberto Núñez Feijóo a la Comunitat Valenciana.
No han faltado, no obstante, controversias puntuales, como la gestión de la última DANA, en la que se criticó una cierta lentitud de reacción en los primeros días. Sin embargo, el Consell activó después todos los mecanismos de emergencia y reconstrucción, y ha continuado reclamando al Gobierno central fondos extraordinarios para compensar los daños.
En las últimas semanas, la figura del expresidente Francisco Camps ha vuelto a ocupar espacio mediático y político, generando cierta inquietud en algunos sectores del partido. Sin embargo, Mazón ha evitado entrar en confrontaciones y ha dejado claro que su prioridad es la estabilidad del gobierno y el cumplimiento del programa. De momento, el presidente cuenta con el apoyo interno del partido y con la confianza de la dirección nacional, que lo considera una de las figuras más sólidas del mapa autonómico actual.
Retos por delante
El gobierno de Mazón afronta ahora la segunda mitad de la legislatura con varios desafíos: mejorar los indicadores de vivienda y empleo juvenil, avanzar en sostenibilidad sin abandonar su apuesta por el crecimiento económico, y lograr avances reales en financiación.
Tras dos años al frente del Consell, Mazón ha consolidado una imagen de gestor con discurso propio, alejado de la crispación, con una hoja de ruta clara y con el foco puesto en convertir a la Comunitat Valenciana en “la locomotora del arco mediterráneo”.