El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha presentado su dimisión esta mañana de lunes, un año después de la catástrofe provocada por la DANA que azotó la Comunitat Valenciana en octubre de 2024 y que dejó más de 200 víctimas mortales. La salida de Mazón llega en un momento de fuerte presión social y política. Durante su comparecencia, el dirigente ha reconocido que se habían cometido errores en la gestión de la emergencia, aunque también señaló la falta de apoyo del Gobierno central: “Nos hemos sentido solos en la reconstrucción”, afirmó.
Su decisión supone un punto de inflexión en el gobierno valenciano, formado por PP y Vox, que ahora deberá acordar quién asumirá la presidencia. Mazón no ha aclarado si seguirá ejerciendo sus funciones hasta que se elija a su sucesor, pero ha asegurado que su marcha responde a “una cuestión de responsabilidad y coherencia”.
La reacción de las víctimas y de la oposición no se ha hecho esperar. Las asociaciones afectadas por la DANA han lamentado que Mazón “no haya mostrado suficiente empatía” con quienes perdieron a sus familiares.
Con esta dimisión, se cierra una etapa marcada por la polémica gestión de una de las tragedias naturales más graves de la historia reciente de la Comunitat Valenciana y se abre un nuevo escenario político en el que el Partido Popular deberá reorganizar su liderazgo autonómico.