Este domingo, a las 3:00 de la madrugada, los relojes deberán retrasarse una hora, pasando a ser las 2:00. Con este gesto, España dará la bienvenida oficialmente al horario de invierno, una medida que se repite cada año el último fin de semana de octubre.
El cambio tiene como objetivo aprovechar mejor la luz solar y ahorrar energía, aunque cada vez son más las voces que cuestionan su eficacia real. Según diversos estudios, el ahorro energético es hoy mínimo debido al uso constante de aparatos eléctricos y la mejora de la eficiencia energética en los hogares.
En la Comunidad Valenciana, el cambio de hora se notará especialmente en el adelanto del anochecer, ya que a partir de la próxima semana oscurecerá en torno a las 18:00 horas. Esto afecta tanto a los hábitos laborales como al comercio y el ocio, que deberán adaptarse a jornadas más cortas de luz natural.
La Comisión Europea propuso en 2018 eliminar los cambios horarios y permitir que cada país eligiera mantener el horario de verano o el de invierno, pero la medida sigue paralizada. Mientras tanto, los ciudadanos españoles continuarán ajustando sus relojes dos veces al año: en marzo (cuando se adelanta una hora) y en octubre (cuando se atrasa).
Expertos en salud recuerdan que este ajuste puede provocar alteraciones temporales en el sueño y el estado de ánimo, especialmente en niños y personas mayores. Por ello, se recomienda acostarse y levantarse gradualmente un poco antes en los días previos para facilitar la adaptación.
Así, este fin de semana habrá una hora más de descanso, pero también el comienzo de días más cortos y noches más largas: bienvenido, horario de invierno.