Henry Moore llega a Dénia tras recorrer más de 2.000 km en chanclas para luchar contra el cáncer infantil

Escrito el 02/07/2025
Redacción Vistanova TV

La Playa de la Almadrava de Dénia ha sido testigo hace unos días de un emocionante momento de solidaridad y valentía: la llegada de Henry Moore, un joven británico de 21 años que ha culminado una increíble travesía a pie desde Manchester hasta Ibiza pasando por Dénia ¡en chanclas!

Henry emprendió este viaje épico con un objetivo claro: recaudar fondos para la organización BeMoreFab, dedicada a apoyar a niños con cáncer y a sus familias. Hasta la fecha, ha conseguido recaudar más de 40.000 euros, caminando día tras día bajo el sol, la lluvia y las altas temperaturas del verano europeo.

El jueves 26 de junio, rodeado de simpatizantes, vecinos y turistas que se unieron a él en los últimos kilómetros, Henry cruzó sonriente el tramo final por la costa de la Marina Alta. El ambiente fue festivo y emotivo, con música, aplausos y pancartas que celebraban su esfuerzo titánico.

“Ha sido una experiencia increíble, llena de momentos duros pero también de mucho amor y apoyo”, dijo Henry al llegar. “Nunca imaginé que tanta gente me acompañaría en este tramo final. Esto es por todos esos niños que luchan cada día contra el cáncer. Ellos son los verdaderos héroes.”

La convocatoria comunitaria fue todo un éxito, demostrando una vez más el fuerte espíritu solidario de la Costa Blanca. Ahora, Henry alcanzó el último tramo hacia Ibiza, donde ha puesto el broche final a su aventura.

Quienes deseen apoyar su causa aún pueden donar a través de su campaña benéfica online. Porque si Henry ha recorrido más de 2.000 km en chanclas por una buena causa, nosotros también podemos dar un paso al frente.

 

La historia de Henry Moore: un viaje en chanclas por una gran causa

Henry Moore es un joven británico de 21 años que decidió transformar el dolor y la empatía en acción. Su historia comienza con una motivación profundamente humana: ayudar a los niños que luchan contra el cáncer. Para ello, emprendió una aventura tan inusual como valiente —caminar desde Manchester hasta Ibiza en chanclas, más de 2.000 kilómetros a pie, atravesando países, ciudades, tormentas y olas de calor.

Su objetivo no era solo llegar a Ibiza, sino hacerlo para recaudar fondos y visibilizar la labor de la organización benéfica BeMoreFab, que apoya a niños con cáncer y a sus familias. La asociación fue creada en memoria de Fabian Bolin, un joven que también luchó contra el cáncer con un espíritu extraordinario. La causa tocó profundamente a Henry, quien decidió que tenía que hacer algo grande para ayudar.

Un viaje de resistencia, solidaridad y esperanza

Con un par de chanclas como calzado y una mochila cargada de ilusión, Henry salió de Manchester en primavera. Cruzó el sur de Inglaterra, tomó un ferry hacia Francia y continuó su travesía por España, pasando por ciudades grandes y pequeños pueblos, donde fue acogido con hospitalidad por desconocidos que se convertían en parte de su historia.

El trayecto no fue fácil: ampollas, lesiones, temperaturas extremas y momentos de soledad formaron parte del camino. Sin embargo, Henry nunca se rindió. Cada paso lo acercaba más a su destino… y a su meta solidaria. Poco a poco, la historia se fue viralizando en redes sociales, y miles de personas empezaron a seguir su aventura, a apoyarlo, a donar y a unirse a él en algunos tramos.

Dénia: el umbral hacia la meta

El 26 de junio de 2025, Henry llegó a Dénia, en la Costa Blanca, donde fue recibido como un héroe. Allí, acompañado por vecinos, turistas y simpatizantes, recorrió los últimos 10 kilómetros en suelo peninsular hasta la Playa de la Almadrava. Su llegada fue emotiva, con aplausos, abrazos y lágrimas. Lo más increíble: ya había superado los 40.000 euros recaudados.

Solo le quedaba cruzar en barco a Ibiza para lograr el broche final a su viaje solidario. ¡Y lo ha conseguido!

Henry Moore no es solo un joven que caminó miles de kilómetros en chanclas. Es un símbolo de lo que una persona puede lograr cuando mezcla la empatía, la determinación y un par de sandalias resistentes. Su historia es un recordatorio de que los actos individuales, por pequeños o excéntricos que parezcan, pueden tener un impacto enorme.